martes, 24 de mayo de 2016

Reseña 6: La evolución de Calpurnia Tate

Este mes en nuestra bibliocueva hemos leído una historia que nos ha despertado las ganas de investigar y de vivir en el campo. La evolución de Calpurnia Tate es un libro que se lee con los cinco sentidos. Se huelen y saborean los pasteles que hace Viola; el calor del verano en Texas casi nos hace sudar; oímos los sonidos del bosque, del río, de la casa…

La familia de Calpurnia tiene una gran plantación y una empresa limpiadora de algodón a finales del siglo XIX. Con ellos vive su abuelo, que luchó en la Guerra de Secesión y que es un naturalista aficionado. Es una persona muy seria, que vive en su mundo, y Calpurnia es la única de sus hermanos que se atreve a relacionarse con él y ayudarle en sus investigaciones.
Es inquieta, inteligente, curiosa y está llena de energía. Tiene muchas ganas de aprender y conocer, pero también tiene un problema: es una niña. Y en 1899 eso significaba estudiar labores, modales, algo de historia y esperar a tener 17 años para buscar un buen marido. Esto ha sido lo que más nos ha impresionado: cómo vivían las mujeres en esa época. Y pensando sobre eso nos hemos dado cuenta de que esta situación ha cambiado, pero no del todo. Hoy en día todavía hay cosas que las mujeres tiene muy difícil poder hacer.

Con esfuerzo, cabezonería y el apoyo de su abuelo, Calpurnia conseguirá investigar y estudiar la naturaleza de su entorno y se intentará revelar contra ese destino que le tienen preparado. El libro a penas cuenta un año en su vida, pero después de leerlo estamos seguros de que Calpurnia será capaz cuando crezca de lograr todo lo que se proponga.
Nos ha llamado la atención que quien cuenta la historia es la propia Calpurnia, pero cuando ya es mayor. Eso nos hace preguntarnos: ¿habrá conseguido su sueño? ¿Habrá estudiado en la universidad? ¿Será científica?
Es un libro en el que todo el tiempo están pasando cosas. Cosas pequeñas como una luciérnaga que se enciende, o un tejón que gruñe o unos microorganismos que se mueven inquietos bajo la lente de un microscopio; y cosas más grandes, como una exhibición de piano, cartas que llegan de lejos, el primer automóvil, la coca-cola, una feria rural o el primer amor.

Un libro con el que no solo hemos disfrutado sino que además nos ha enseñado sobre la naturaleza, la evolución, lo injusto que es el hecho de que ser mujer sea más duro que ser hombre y cómo para que el mundo evolucione es necesario salirse de los caminos establecidos y atreverse a proponer y hacer cosas diferentes que realmente nos hacen felices.


Le damos 4,8 Dragones.

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